El vencejo común

(Apus apus L.)

Este pájaro es especial en muchos sentidos. Es la última especie en llegar a las zonas de apareamiento del norte y la primera en partir. Para un ave de este tamaño puede vivir bastantes años (el máximo registrado asciende a 21 años). Para sobrevivir en malas condiciones climáticas entra en un estado conocido como “torpor“. Se trata de un estado semicomatoso en el que el metabolismo disminuye su ritmo hasta casi anularse.

Lo más sorprendente de esta especie es su adaptación al vuelo. Su cuerpo dispone de una evolución perfecta para volar. El vencejo común lo hace todo en el aire, excepto dar a luz y criar a su prole. Mientras vuela se alimenta, se acicala, juega, se aparea y recoje material para construir el nido. Asimismo duerme en el aire durante la mayor parte de su vida. Sus alas son estrechas pero largas, lo que le convierte en un cazador rápido y preciso de presas (insectos voladores, arañas...). Bebe y se baña sin posarse, en aguas tranquilas, introduciendo el pico en ellas y rociándose.

Los vencejos comunes regresan a las zonas de apareamiento de su antigua colonia aproximadamente en la misma época cada año (alrededor del primero de mayo en Europa Central). Son fieles a su lugar de apareamiento, por lo que una pareja se puede aparear durante muchos años. Si uno de los miembros de la pareja no regresa de África o muere durante su estancia, su lugar será ocupado inmediatamente por otro individuo del mismo sexo. Los vencejos ponen entre 2 y 3 huevos y empollan y crían juntos a los polluelos. Durante la época de cría estas aves vuelan hasta que oscurece, mientras que los individuos de la colonia que no crían se reúnen y consiguen llegar a grandes alturas para dormir planeando. A finales de julio, los jóvenes dejarán el nido, en la mayoría de los casos tras la puesta del sol, y nunca regresarán. No necesitan prácticas de vuelo; después de un rato dominan este arte tanto como los adultos. Alrededor del 1 de julio, los padres comenzarán el largo viaje desde Europa Central a África.

Los vencejos se aparean en cuevas o árboles huecos. En la actualidad, normalmente utilizan huecos en paredes o el espacio libre bajo los aleros del tejado. También pueden anidar en nidos artificiales y no temen a los humanos. Colocar un nido artificial en una ventana no es nada complicado. El agujero debe estar orientado a un espacio abierto, condición indispensable para estas aves. Cuando salen del nido, los vencejos no ascienden volando, sino que se dejan caer un par de metros consiguiendo así la velocidad suficiente para echar a volar. Las medidas del nido deben ser de unos 30x20 cm y 15 cm de altura. El agujero dispondrá de un diámetro de 5 cm y se realizará a 3 cm del fondo de la caja y a 5 cm de uno de los bordes.